Reduciendo la Brecha

Exoneraciones fiscales y donaciones a Empresas Privadas

Aumento de presupuesto para educación y ciencia

La educación de calidad e inclusiva favorece el avance y progreso de las personas, por lo tanto, de la sociedad.

Según las Naciones Unidas, cuando las personas pueden acceder a una educación de calidad, pueden escapar del ciclo de la pobreza, por consiguiente, la educación contribuye a reducir las desigualdades.
La enseñanza contribuye a crear sociedades más pacíficas, empodera a las personas a que lleven una vida más saludable y sostenible. “Utilizando datos correspondientes a 114 países en el período comprendido entre 1985 y 2005, un año más de educación está asociado a una reducción del coeficiente de Gini en 1,4 puntos porcentuales.”

Las Instituciones Educativas privadas están exoneradas de IVA e IRAE. Además, no pagan el impuesto al patrimonio, no realizan aportes patronales, ni pagan tributos municipales. Según Marcos Rey, periodista del semanario Brecha, “Si sólo se considera lo que el Estado dejó de recaudar por exoneración de impuestos a la educación privada (IVA e IRAE) se llega, según la DGI, a 3.221 millones de pesos en 2012 (0,32 por ciento del PBI). En cambio, la educación pública aporta 19,5% al BPS y 5% al Fonasa). Esto equivale casi al gasto total de las Asignaciones Familiares del Plan de Equidad (0,37%, según el mides). En 2017 no hubo un cambio significativo en estas exoneraciones*.* Este monto, en 2017, fue superior a todos los incrementos presupuestales que previó la Rendición de Cuentas para 2019 (4.823 millones de pesos).

Desde la reforma tributaria (ley 18.083, de 2007) las empresas que realizan donaciones a instituciones públicas o privadas están exoneradas del 75% del pago del impuesto a la renta (IRAE). Así, de cada 100 pesos que una empresa dona, por ejemplo, a la Universidad de Montevideo (UM), entre 75 y 45 pesos los pone el Estado.” Las donaciones de empresas privadas, por ende, deciden a dónde se destinan los dineros públicos, de hecho, según consta en la rendición de cuentas, en 2012, donaron casi siete veces más a liceos privados que a la ANEP, y más del doble a las universidades privadas que a la UdelaR. Siendo que, el 84,8% de estudiantes asistió a centros públicos. En 2017 las donaciones alcanzaron 358 millones de dólares, de los cuales 282 los puso el Estado, del total de donaciones a instituciones educativas, las primeras 13 son de gestión privada, en el lugar 14 está la ANEP seguida de algunas facultades de la UdelaR.
La inversión por estudiante en la educación pública es de 2.138 dólares anuales, mientras que la privada destina 4.000 dólares.

Teniendo en cuenta lo antes descrito propongo:

  • Eliminar el artículo 69 de la Constitución de la República que establece:Las instituciones de enseñanza privada y las culturales de la misma naturaleza estarán exoneradas de impuestos nacionales y municipales, como subvención por sus servicios.”
  • Las empresas privadas que decidan realizar donaciones no serán en “canje” por exoneraciones fiscales.
  • Las empresas podrán elegir entre una lista de instituciones beneficiarias de las donaciones que será elaborada para tal fin.
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Muy de acuerdo con la importancia de la educación de calidad pública y privada.

Tomaron en cuenta el gran porcentaje de becados que tienen esas instituciones gracias a que reciben aportes de empresas?

Porque esa ley ( exoneración de iva y de aportes patronales) tanto aplica para colegios, universidades e instituciones culturales y de enseñanza registradas en Mec. Para poder estar registradas deben estar legalmente establecidas y cumplir con muchos requisitos y pagar impuestos.
La educación de calidad debe contemplar la formación artística y cultural. No para tener más artistas, sino para formar seres humanos sensibles, no maquinitas funcionales al sistema.

Antes de proponer la derogación de algo hay que mirarlo desde los distintos ángulos.
La ley de mecenazgo por ejemplo es una herramienta muy válida para que una empresa pueda elegir a dónde va parte de sus impuestos.
Si tengo una empresa y puedo favorecer a una institución que brinde educación de calidad y valores, me voy a sentir mejor que si mis impuestos se usan para pagar 3 sueldos públicos por un cargo de educación ( porque el efectivo está con licencia médica, la que eligió el interinato se embarazó y también sacó licencia y por eso hay que recurrir a un tercero para cubrir el cargo) o para estimular el reggaeton .

Quedó comprobado que la educación no mejora mágicamente porque se le destinen más recursos…
El presupuesto se mejoró y la educación decayó.