INTRODUCCIÓN (Descripción de la idea: máximo 4 renglones. Capta la atención, sé breve)
En Uruguay el IVA es el 47,0% de la recaudación total, representando el 9,3% del PIB en 2021 (DGI, 2022). Es relevante saber que no todos los bienes y servicios están tasados de la misma forma, lo que implica que el Estado uruguayo está renunciando a recaudar. Esto se conoce como gasto tributario y en 2020 ascendió a 3,1% del PIB, estando el país a la cabeza en América Latina y el Caribe en este rubro (Rasteletti, 2021). Además, este último dato es relevante porque esta renuncia fiscal se encuentra concentrada en los sectores de altos ingresos, aumentando la desigualdad.
DIAGNÓSTICO (Análisis y datos recogidos)
El IVA posee un conjunto de ventajas desde el punto de vista técnico y un amplio potencial recaudatorio. Por otro lado, suele ser criticado por su carácter regresivo, en tanto carga en mayor medida a los hogares de menores ingresos. Estos hogares destinan prácticamente todo su ingreso en consumo de bienes y servicios, y por tanto pagan una mayor proporción de IVA. Los hogares de mayores ingresos tienen también mayor capacidad de ahorro, lo que implica que disminuye la proporción de ingresos que se destina al consumo que paga IVA.
INDICADORES (¿Cómo se mide el alcance de la idea?)
Existen antecedentes en Uruguay de políticas de no cobro de IVA a población con vulnerabilidad socioeconómica, Desde el año 2012 los beneficiarios del programa Tarjeta Uruguay Social (TUS) y de Asignaciones Familiares, no pagan IVA en las compras que realizan con las tarjetas en las que se cargan dichas prestaciones sociales.
Además, debido a que existen distintas tasas de IVA, el 24,8% del consumo total de los hogares uruguayos se encuentra exonerado y el 18,2% está gravado a la tasa mínima. El restante 57% del consumo está gravado a la tasa general (Barreix et al, 2022).
Esta idea no es nueva, y de hecho se ha estudiado anteriormente en Uruguay. En 2011, un trabajo realizado por la Asesoría Económica de la DGI estimó el impacto que tendría la unificación y rebaja de la tasa general de IVA de 22% a 20%, en compras con tarjetas de débito y crédito. Esto se analizó conjuntamente con la eliminación de la tasa mínima de 10% y de la exoneración que opera para un conjunto de bienes y servicios. Como contrapartida, el escenario contempló la devolución del incremento de la recaudación con criterios de focalización en ingresos. Para este análisis se utilizó la Encuesta de Gastos e Ingresos de los Hogares (ENGIH) de 2005-2006.
Por otra parte, un trabajo reciente elaborado por Barreix et al (2022) en base a la ENGIH de 2016-2017, estimó el efecto que tendría la unificación de la alícuota general del IVA en 21%, eliminando todas las excepciones y tasas diferenciales, incluso la devolución de 2% con pagos con tarjetas de débito y medios de pago electrónicos, y de 5% en restaurantes y alquiler de vehículos, que introdujo la Ley de Inclusión Financiera (Ley N° 19.210). Como contrapartida se plantea realizar una transferencia a los hogares de los tres deciles* más bajos de ingresos un monto equivalente al aumento del IVA experimentado por el tercer decil, con efectos (más que) compensatorios.
Como es esperable los resultados son sensibles al diseño específico del escenario que se adopte.
*Los deciles son aquellos puntos que permiten distribuir a una población en 10 grupos con el mismo número de integrantes. En el caso de los deciles de ingreso, se ordena a las personas de menor a mayor según el ingreso per cápita de los hogares y se distribuyen en grupos conteniendo cada uno a un 10% de la población
PROPUESTA (Desarrollo de la idea)
El IVA personalizado
A diferencia de la solución “universal” que está vigente actualmente, el IVA personalizado (IVA-P) permite superar la regresividad del IVA sin afectar la base del impuesto. Se trata de un cambio en la estrategia, dejando de tratar de forma preferencial a distintos bienes y servicios y comenzando a tratar de forma preferencial a las personas que lo necesitan. El beneficio principal se otorga a través de una devolución focalizada del impuesto, que permite aumentar el ingreso disponible en los sectores de menores ingresos.
Para ello se requiere de tres elementos.
1. Ampliar la base imponible del impuesto. Consiste en agregar bienes y servicios que al día de hoy están exentos de IVA y mantener solo las exoneraciones necesarias para administrar el impuesto.
2. Unificar la tasa del impuesto, con el objetivo de simplificar su administración y obtener la mayor neutralidad posible. Esto significa llevar la mayor cantidad de productos que están gravados con menos IVA (0% o 10%) a la tasa de IVA general (hoy en día 22%, pero puede variar bajo el nuevo esquema). El nivel de la tasa debe definirse en función de la estructura fiscal del país y las necesidades de financiamiento.
3. Es necesario establecer el monto y el destino de la devolución del impuesto a los sectores de menores ingresos (Barreix et al, 2022).
La propuesta permite aumentar la recaudación del IVA y destinar una parte de la recaudación hacia sectores de menores ingresos y de esta manera mejorar la distribución del ingreso.
FINANCIAMIENTO (¿De dónde y con cuánto dinero se lleva a cabo la idea?)
No se precisa inversión. Es una nueva política tributaria.
FUENTE (Referencia o utiliza links para que puedan chequear la información que has utilizado)
DGI (2022) “Boletín estadístico. Año 2021”
Rasteletti, A. (2021), IVA personalizado: Experiencia de 5 países y su importancia estratégica para la política y la administración tributaria, Blog Gestión Fiscal, BID.
Barreix, A. et al. (2022), El IVA personalizado revisado: una herramienta para la consolidación fiscal con equidad, IADB: Inter-American Development Bank. United States of America.
Barreix, A. Bes, M. Pineda, E. (2022), Revisando el IVA Personalizado: Una herramienta para la consolidación fiscal con equidad, Blog Gestión Fiscal, IADB: Inter-American Development Bank.